Un 10% de los pacientes con asma padece, también hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico –aspirina-.  En estos pacientes a la ingesta de aspirina u otros antünflamatorios no esteroides desencadena episodios graves de hiperreactividad bronquial.

La coexistencia de asma y poliposis nasal o rinosinusitis crónica es una circunstancia frecuente. El 40% de estos pacientes presenta hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico.  La coincidencia de estas tres condiciones se conoce como tríada de Fernand Widal o de Samter o ASA-tríada.

La rinitis y el asma con frecuencia coexisten en un mismo paciente


  Asma                Rinitis  

Entre un 75% y un 80% de los individuos con asma, alérgica o no alérgica, padecen rinitis
Más del 80% de los pacientes con crisis agudas de asma atendidos en servicios de urgencias tienen evidencias, en la radiografía, de alteraciones de los senos paranasales.

  Rinitis           Asma 


Entre un 15 a 40% de los pacientes con rinitis alérgica o no alérgica también presentan asma.
La rinitis alérgica es un factor de riesgo para el desarrollo de asma
La intensidad de la rinitis se relaciona directamente con la gravedad del asma.
La rinosinusitis crónica con pólipos nasales se presentan en un alto porcentual de pacientes con asma grave

La hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico se manifiesta en un 10% de los pacientes con asma, cifra que se puede elevar hasta a un 40% cuando coexisten, además, rinosinusitis crónica o poliposis nasal.  Esta última entidad  se conoce como tríada de Fernand Widal o de Samter o ASA-tríada. En estos pacientes el asma suele ser de muy difícil control y la exposición a la aspirina incrementa los síntomas de asma y rinosinusitis (La triada de Sampter será tratada más adelante, en una nota aparte).

  ¿Por qué la rinitis favorece el desarrollo de asma? 

Una de las funciones de la nariz es el acondicionamiento del aire respirado (calentamiento, humidificación y filtrado de partículas sólidas). Se sugiere que la inhalación reiterada de aire mal acondicionado puede determinar alteraciones funcionales (aumento de la resistencia de la vía respiratoria), inflamatorias y hasta favorecer la remodelación de la vía respiratoria.

También se propone, particularmente en el caso de las reacciones alérgicas, que existiría una diseminación sistémica de la respuesta inflamatoria inicial en la nariz o los bronquios.

  Conexión terapéutica  

El tratamiento de la rinitis y de la sinusitis crónica se asocia a una mejoría de la evolución del asma. Por ejemplo, el tratamiento de la rinitis con corticoides intranasales disminuye la frecuencia de consultas en los servicios de urgencias y de internación por exacerbación del asma. Además, los antihistamínicos,  fármacos de elección para tratar la rinitis alérgica se han asociado a disminución de los síntomas de asma y del uso de broncodilatadores. El beneficio se relacionaría con una reducción de la inflamación de la mucosa nasal.

Cuando la rinitis alérgica está bien tratada puede mejorar al asma acompañante

La crisis asmática severa prolongada, antes conocida como “mal asmático”,  refiere a una crisis persistente por varias horas con respuesta deficiente al tratamiento broncodilatador.

Este tipo de crisis suele afectar a pacientes que no cumplen adecuadamente con el tratamiento habitual del asma, cambian por decisión propia el esquema terapéutico indicado por el médico o se automedican con sedantes.