Hiperreactividad bronquial

La reactividad bronquial se define como la contracción del músculo liso de las vías aéreas ante determinado tipo de estímulos. La reactividad bronquial se mide con la “prueba de provocación”.

 

¿En que consiste la prueba de provocación bronquial?

En primer lugar se realiza una espirometría y se registra el Volumen Espiratorio Forzado en un segundo (FEV1). Este parámetro es un buen indicador del calibre de la vía aérea.

Luego se administran, por vía inhalatoria, dosis crecientes de fármacos (histamina o metacolina) que provocan contracción del músculo liso de la vía aérea.

Cada vez se valoran los cambios en la espirometría y se comparan con los valores normales.

 

La hiperreactividad bronquial es una respuesta exagerada con oclusión de la vía aérea y limitación del flujo de aire que se expresa por una disminución del FEV1 del 20% en comparación con el valor inicial

 

Espontáneamente la hiperreactividad bronquial puede ser desencadenada por  ejercicio, la inhalación de aire seco y frío, o la exposición a alergenos.

 

Factores de riesgo 

  • Alergia
  • Tabaquismo
  • Exposición laboral a irritantes

 

La tos y las sibilancias son las manifestaciones más frecuentes de la hiperreactividad bronquial

 

 

Hiperreactividad bronquial aguda y transitoria 

  • Bronquitis aguda
  • Inhalación de grandes cantidades de sustancias irritantes
  • Infecciones virales en individuos sanos

 

Hiperreactividad bronquial reiterada, crónica 

  • Asma
  • EPOC asociada a tabaquismo o por inhalación de combustibles de biomasa
  • Rinitis alérgica
  • Pacientes con antecedentes de tuberculosis pulmonar
  • Fibrosis quística.

 

La hiperreactividad bronquial es la característica sobresaliente del asma