La inflamación y el daño de las paredes vasculares son características sobresalientes de un grupo heterogéneo de enfermedades reunidas bajo el nombre de vasculitis pulmonares. Su incidencia es escasa (15-20 casos/1.000.000/año), y el compromiso de miembros de una misma familia se relaciona con una susceptibilidad genética que involucra la respuesta inmune (p.ej.: HLA).

La natación es uno de los ejemplos más fehacientes de “respiración controlada”. La inspiración se realiza activamente y por la boca dado que al ser una cavidad de mayor tamaño permite la incorporación de más cantidad de aire en menor tiempo.

El agua coloca al buceador en un medio regido por leyes físicas ya que los cambios en la presión ambiental son diferentes sobre la tierra que bajo el agua. Asimismo, respirar aire comprimido o bucear a pulmón (en apnea) exponen al organismo a condiciones particulares.

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