La respiración durante la actividad física

Se podría comparar la actividad muscular durante el ejercicio con la de un motor que funciona con energía eléctrica. En este caso, los músculos obtienen la energía de un químico llamado adenosin-trifosfato (ATP).

Dos de las fases fundamentales de la actividad muscular son:

    • Producción de ATP
    • Generación de desechos (ácido láctico y el dióxido de carbono)


El cuerpo forma ATP por tres mecanismos:

    • El primero de ellos funciona dentro de la misma célula muscular pero sólo puede suplir las necesidades energéticas durante 8 a 10 segundos.
    • El segundo mecanismo se desarrolla a partir del aporte de oxigeno (respiración aeróbica) y sintetiza ATP con buena eficiencia metabólica.
    • En última instancia, cuando el aporte de oxígeno es insuficiente, se pone en marcha un mecanismo celular que no necesita oxigeno (respiración anaeróbica) y sintetiza ATP con menor eficiencia metabólica. Durante este proceso se produce como deshecho ácido láctico que causa fatiga muscular.

 

Cuanto más intenso y prolongado es el ejercicio los músculos requieren más oxigeno,si el aporte es insuficiente se produce fatiga muscular.

 

El oxigeno se puede obtener de varias formas:

    • Aumento del flujo sanguíneo local en el mismo músculo
    • Derivación de sangre desde otros órganos cuyo trabajo sea menos intenso en ese momento
    • Aumento del trabajo cardiaco
    • Respiraciones más profundas
    • Mayor liberación de oxigeno desde la hemoglobina (proteína trasportadora de oxigeno).

 

  Respiraciones más profundas  

La respiración es un proceso automático, es decir que no “pensamos que tenemos que respirar” y, por lo general “no pensamos en respirar de tal o cual forma”; sin embargo, circunstancias como la práctica de actividad física mejoran el rendimiento si se aprende a administrar el aire controlando voluntariamente la respiración y manteniendo un ritmo regular que aporte al organismo un flujo constante de oxigeno.

Respirar es una técnica y es parte del entrenamiento deportivo.
Aprender a respirar beneficia, también, a los pacientes con enfermedades pulmonares