Cómo respiramos  

La respiración es el proceso por el cual se extrae el oxígeno (O2) del aire inspirado y se expulsa el dióxido de carbono (CO2) en el aire espirado.

La respiración es un proceso mixto –voluntario, involuntario-

La respiración automática es la que tiene lugar mientras se dierme. Un centro que está localizado en el sistema nervioso, en una parte llamada  tronco del encéfalo, es la encargada de que no podamos dejar de respirar por propia voluntad.

La respiración voluntaria permite controlar la frecuencia respiratoria y hasta detener la respiración por algunos minutos: el ejemplo más cotidiano es cuando sumergimos la cabeza debajo del agua al nadar. En este proceso de control voluntario interviene la corteza cerebral, pero llega un momento en que el sistema nervioso autónomo supera a nuestra voluntad y da la orden de respirar.

  Vías respiratorias  

La nariz es la primera parte del sistema respiratorio cuya función es entibiar, humidificar y filtrar el aire. En la nariz también se encuentran las terminaciones nerviosas del sentido del olfato. La boca también permite el ingreso de aire pero no retiene las partículas nocivas del aire.

Luego el aire pasa por las vías respiratorias (laringe, tráquea, bronquios) hasta llegar a los pulmones.

La laringe es el órgano en el cual están las cuerdas vocales cuya vibración  produce sonidos. La epiglotis es una pequeña lengüeta de tejido que cubre la laringe en el momento de deglutir los alimentos evitando que éstos lleguen a los pulmones.

La tráquea comienza en la laringe. El extremo inferior de la tráquea se divide en dos bronquios -izquierdo y derecho-.

Los bronquios se dividen en conductos que se ramifican dentro del pulmón, y cuyo calibre disminuye progresivamente de menor hasta terminar en unos  pequeños sacos de aire denominados alvéolos. La parte interna de los bronquios está revestida por una mucosa cuya función es producir moco. El exterior de los bronquios esta rodeado de músculos.

Los pulmones son dos órganos de aspecto esponjoso, color rosado. En su interior se hallan los bronquios y los alvéolos. Están rodeados por una membrana llamada pleura.

Los alvéolos están rodeados de una gran cantidad de pequeños vasos sanguíneos. Cuando el aire llega a los alvéolos ocurre el proceso de intercambio gaseoso.

  Proceso de intercambio gaseoso  

Una vez en los alvéolos pulmonares el oxígeno llega a los capilares y es llevado por los glóbulos rojos (células de la sangre encargadas de trasportar oxígeno) hasta el corazón desde donde las  arterias los distribuyen por los distintos tejidos.
De la misma forma, el dióxido de carbono trasportado por la sangre venosa proveniente de los tejidos pasa hacia los alvéolos y es expulsado hacia el exterior.

  Mecanismo de respiración  

La respiración consta de dos fases sucesivas

Durante la inspiración se contraen el diafragma y en menor medida los músculos intercostales. Cuando se trata de inspiración forzada (enfermedades como el asma o la bronquiolitis en los niños) se contraen más los intercostales y también los músculos del cuello.

La espiración es un proceso pasivo, en esta fase los músculos se relajan. En la espiración forzada en cambio se contraen los músculos abdominales.

El número de secuencias respiratorias (inspiración y espiración) que realiza una persona por minuto (frecuencia respiratoria) depende del ejercicio, de la edad, etc. La frecuencia respiratoria normal de una persona adulta en reposo es de 17 veces por minuto.