Tabaco y consumo de alcohol

El hábito de fumar se asocia con otros trastornos adictivos (alcohol, drogas ilegales, juego, etc.) El número de fumadores se triplica y hasta puede alcanzar al 100% de las personas con esos trastornos.

 

 

Aproximadamente el 85% de los alcohólicos que solicitan tratamiento fuman.

 

Riesgos para la salud asociados a la combinación de tabaco y alcohol

Cáncer de boca. El alcohol y el tabaco son carcinógenos, y aumentan un 20% el riesgo de desarrollar cáncer de la cavidad oral, hasta 40 veces el de cáncer de laringe y, también los de faringe y esófago.

 

90% de los casos de cáncer de cavidad oral son propiciados por la  combinación de alcohol y tabaco.

 

Deterioro cognitivo. La combinación de alcohol y tabaco impacta negativamente sobre las capacidades cognitivas (razonamiento verbal y matemático, memoria verbal y fluidez verbal), con una magnitud superior a la de sus efectos individuales. Esta es la conclusión de un estudio realizado en 6.473 adultos a lo largo de un período de 10 años. Los fumadores con un consumo alto de alcohol tuvieron un deterioro cognitivo un 36% más rápido que en los bebedores moderados no fumadores. Ello era equivalente al efecto de doce años de envejecimiento,  dos años más que los 10 años que duró el seguimiento.

Potenciación de la resaca. Un estudio norteamericano señala que tomando la misma cantidad de alcohol (equivalente a 5-6 seis latas de cerveza en una hora), las personas que fumaron más fueron más propensas a padecer síntomas de resaca o sufrirlos de forma más intensa (cefalea, náuseas y fatiga)

 

Es importante proponerle al paciente un tratamiento conjunto ya que se sabe que la continuidad de una de las adicciones es un factor de riesgo de recaída para la otra.