Aspergilosis broncopulmonar alérgica

La aspergilosis broncopulmonar alérgica es una respuesta inmunológica exagerada, reacción de hipersensibilidad, contra los antígenos del hongo Aspergillus fumigatus, u otras especies de este hongo, que colonizan el árbol bronquial. En general se diagnostica en adultos menores de 35 años que con frecuencia poseen antecedentes de alergia (asma corticodependiente, fibrosis quística, rinitis, dermatitis atópica, urticaria,  alergia alimentaria, etc.)

 

 La aspergilosis broncopulmonar alérgica se desarrolla en aproximadamente el 1 a 11% de los pacientes con asma y el 1 a 15% de los que padecen fibrosis quística

 

Mecanismo de enfermedad 

Las esporas del hongo entran a las vías aéreas y germinan formando hifas que colonizan los bronquios. 

Estas hifas son reconocidas como extrañas por el organismo que responde formando anticuerpos de tipo inmumnoglobulina G y E.

Al ponerse en contacto los antígenos con los anticuerpos se liberan sustancias que favorecen el broncoespasmo y se desencadena una reacción inflamatoria altamente destructiva con formación de bronquiectasias, fibrosis y atelectasias.

 

  ¿Cómo se manifiesta?  

  • Crisis recurrentes de asma (tos, opresión torácica, disnea y sibilancias)
  • Fiebre
  • Expectoración de tapones de esputo gris-amarronado, espeso
  • Esputo con hebras de sangre
  • Debilidad o malestar general

 

  ¿Cómo se diagnostica?  

Además del cuadro clínico, se describen imágenes radiológicas características (infiltrados, bronquiectasias, fibrosis), cambios en los análisis de laboratorio (aumento de los eosinófilos en sangre, niveles elevados de IgE) y positividad en las pruebas de reactividad cutánea a los antígenos del Aspergillus

 

  Tratamiento y seguimiento  

 

En la fase aguda el tratamiento de elección son corticoides por vía oral durante varios meses. En el 50% de los casos se consiguen remisiones que pueden durar varios años. Los corticoides mejoran la función respiratoria, reducen los infiltrados pulmonares y el exceso de expectoración.

Durante el primer año se realizan radiografías de tórax cada 3 a 6 meses y, en caso de exacerbación radiológica o reaparición de los síntomas se usan corticoides. Con el transcurrir del tiempo el tratamiento con corticoides debe ser crónico, de mantenimiento.

Algunos autores recomiendan usar fungicidas como el itraconazol, por vía oral.

 

Los broncodilatadores y corticoides inhalados están indicados para tratar los síntomas de asma pero no reemplazan el tratamiento de base

 

En las etapas más avanzadas el paciente presenta obstrucción irreversible al flujo aéreo en las pruebas de función pulmonar, con insuficiencia respiratoria. En estos casos se implementa tratamiento suplementario con oxígeno, y se evalúa la posibilidad de un trasplante pulmonar

 

El diagnóstico y tratamiento precoz previenen los cambios fibróticos irreversibles