Lavado pulmonar

El lavado pulmonar consiste en instilar en el pulmón solución fisiológica y luego drenarla. El líquido que se retira contiene células, material proteico y otras sustancias representativas de los fenómenos inflamatorios e inmunológicos que afectan a los alvéolos pulmonares.

 

El procedimiento puede abarcar todo el pulmón (total) y en ese caso se hace en un pulmón a la vez de modo que el otro pueda seguir respirando.

En pacientes con enfermedades más leves o cuya condición clínica no les permite tolerar la técnica anterior puede “lavarse” sólo un lóbulo pulmonar  (lobar o segmentario)

 

La indicación más precisa del lavado pulmonar total es la Proteinosis Alveolar Pulmonar.

 

Entre las complicaciones se describen infecciones respiratorias, neumotórax  y distress respiratorio agudo del adulto.