Infección respiratoria del viajero

 

Las infecciones respiratorias son una de las causas más frecuentes de consulta en quienes retornan de un viaje, casi tan usuales como la “diarrea del viajero”.  Este trastorno afecta alrededor del 20% de los viajeros y compromete, en general, al tracto respiratorio superior.

 

La infección suele ser consecuencia de la exposición simple en lugares donde se concentran muchas personas (aeropuertos, hoteles, aviones o cruceros) o estacional (influenza en los meses de invierno).  Los agentes causales suelen ser rinovirus, virus sincicial respiratorio, influenza, parainfluenza, adenovirus y coronavirus. Estas virosis favorecen la instalación de infecciones bacterianas: sinusitis, bronquitis o neumonía. Con menor frecuencia la infección es bacteriana desde el inicio.

Los viajeros procedentes de zonas tropicales o endémicas merecen una consideración especial ya que, además de los gérmenes habituales, son frecuentes las parasitosis (amebiasis, esquistosomiasis, hidatidosis) y las micosis profundas (histoplasmosis).

En general se trata de cuadros leves con rinorrea y faringitis que evolucionan a la curación espontánea y solamente requieren tratamiento sintomático.  En caso de neumonía se agregan disnea y dolor torácico. La tos es un síntoma presente en ambos tipos de infección.

 

Factores de riesgo

  • Niños y ancianos
  • Pacientes con enfermedades respiratorias crónicas (EPOC, asma)
  • Pacientes con enfermedades cardiacas
  • Viajes en avión

 

Los cambios de presión del aire durante los vuelos aéreos facilitan el desarrollo de sinusitis y otitis. 

 

La deficiencia en el funcionamiento del sistema de renovación y filtración de aire en las cabinas de los aviones aumenta el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias