Traqueobronquitis aspergilar

La traqueobronquitis aspergilar es una forma de infección aspergilar que  afecta casi de forma exclusiva a los receptores de trasplante pulmonar. La amplia distribución de las esporas de Aspergillus y la colonización previa del donante o el receptor facilitan el desarrollo de la enfermedad, además de la inmunosupresión en el postrasplante.

 

Las lesiones se localizan únicamente en los bronquios, sin compromiso del  parénquima pulmonar.

En fases iniciales de la enfermedad el paciente por lo general está asintomático.

Cuando existen, los síntomas más frecuente son tos y disnea. En los casos más graves puede haber hemoptisis

 

Diagnóstico  

Durante los primeros 6-9 meses postrasplante y a modo de prevención se realizan análisis de esputo con cultivo para detectar precozmente la presencia de Aspergillus.  En caso de identificarse el hongo está indicada la broncoscopía para descartar traqueobronquitis aspergilar.

La fibrobroncoscopía permite ver las lesiones en el árbol bronquial y tomar muestras (fluido de de lavado broncoalveolar y biopsia transbronquial). Posteriormente  el examen histopatológico y el aislamiento del hongo en los cultivos de las muestras confirman el diagnóstico.

La determinación de galactomanano en suero no es útil en pacientes inmunodepresión en quienes son frecuentes los falsos negativos. Por ello la negatividad de esta prueba no excluye el diagnóstico

 

Tratamiento 

Para profilaxis se emplea la anfotericina B liposomal nebulizada. La eficacia de este tratamiento se debe a que la amplia distribución del antibiótico que llega a las zonas más distales del árbol bronquial, alcanzando concentraciones suficientemente elevadas para inhibir el crecimiento del hongo. Tiene la ventaja de que no pasa a la circulación general lo cual minimiza los efectos adversos, particularmente la nefrotoxicidad

También se ha propuesto profilaxis con antifúngicos de la familia de los azoles (voriconazol, itraconazol), solos o en combinación con anfotericina B nebulizada.

Una vez confirmado el diagnóstico es clave prolongar el tratamiento por varios meses manteniéndolo al menos hasta 2 semanas después de la desaparición de las lesiones endobronquiales.

También se indican broncoscopía de seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento y eliminar el material que pueda obstruir la luz bronquial.