Asma

El ASMA una afección inflamatoria crónica de las vías respiratorias. Durante una crisis la mucosa que recubre los bronquios por dentro se inflama y aumenta la producción de moco y los músculos se contraen. Se produce entonces una  obstrucción generalizada. Esta obstrucción es  reversible de manera espontánea o con tratamiento

¿A quienes afecta?

Las personas con antecedentes personales o familiares de rinitis alérgica, dermatitis atópica, padre o la madre con asma tienen mayor riesgo de desarrollas asma. Las infecciones respiratorias virales en los primeros meses o años de vida incrementan el riesgo de asma. En general se inicia en la infancia.En el 80% de los que padecen asma grave la enfermedad permanece hasta la edad adulta.

 
Síntomas de asma

  Dificultad para respirar- sensación de falta de aire
 Tos (por la noche o en las primeras horas de la mañana).
 Sibilancias –ruido similar a un silbido que se produce al respirar.
 Opresión torácica.

 ¿Cómo se diagnostica el asma?

Pruebas de función pulmonar o espirometría: Esta prueba se hace una vez y puede repetirse después  de recibir algún tipo de medicamento para evaluar la respuesta.

Pruebas de provocación bronquial: Miden la función pulmonar durante el ejercicio,  después de la  exposición al aire frío o de inhalar determinada sustancia química. Se emplea para investigar la presencia de desencadenantes de las crisis.

Examenes para descartar otras enfermedades: Radiografías de tórax, Electrocardiograma.

 

¿Por qué se produce la crisis de asma?

 

Bronquiolos normales     Bronquiolo asmático

 


No se sabe realmente cual es la causa de que una persona sea asmática. Pero existen factores que favorecen  la iniciación de los síntomas lo cual es muy frecuente en personas sensibles o con antecedentes de alergia.

 

Factores que favorecen el ASMA:

 

  Caspa o pelo de los animales, en general mascotas
  Ácaros y moho contenidos en el polvo ambiental (almohadones, alfombras, muñecos de peluche, libros)
  Polen
  Cambios bruscos de la temperatura ambiente (pasar del calor al frío)
  Actividad física
  Infecciones respiratorias, como el resfriado común
  Humo del tabaco
  Aspirina
  Reflujo gástrico
  Comidas con aditivos

 

¿Cómo se trata el asma?

 

Aún no se ha hallado un tratamiento totalmente curativo para el asma. La afección evoluciona con periodos sin crisis pero la enfermedad sigue estando presente y puede presentarse una crisis en cualquier momento. Por ello es fundamental cumplir con las indicaciones del médico.

 

Evitar el contacto con los factores desencadenantes si es que se han podido identificar

 

  Bañar a las mascotas
  Usar aire acondicionado
  Eliminar del hogar elementos que acumulen polvo
  Evitar la exposición al humo.

 

Tratamiento farmacológico de mantenimiento para el control a largo plazo: Estos medicamentos diminuyen la sensibilidad a los alergenos y la inflamación bronquial. Estos fármacos se toman diariamente y por  mucho tiempo para evitar que los síntomas se presenten. Los ajustes que indique el médico dependen de qué tan bien esté funcionando el control de los síntomas y la prevención de los ataques de asma.

 

Los corticoides: inhalados que no son peligrosos si se toman según las indicaciones del médico. Sin embargo, no están exentos de efectos secundarios

 

El neodcromil y el cromoglicato: por vía inhalatoria también previenen la inflamación y se usan para tratar el asma moderada.

 

Los agonistas beta2: inhalados de acción prolongada se pueden sumar a los corticoides para   mejorar el control del asma.

 

Modificadores de leucotrienos:

 

Teofilina por vía oral 

 

Fármacos: para el control rápido de los síntomas.  Son los broncodilatadores agonistas beta2 de acción corta por vía inhalatoria.

 

Importante: Es fundamental que usted sepa cual es la manera correcta de usar su inhalador. Solicite al médico en cada consulta que compruebe si lo está haciendo en la forma correcta. Si usted usa estos medicamentos más de dos veces por semana el control de su enfermedad no es el óptimo. Puede ser que requiera cambios en su tratamiento de mantenimiento o que no está usando correctamente el inhalador. Actividad física supervisada . En pacientes con asma desencadenada por ejercicio se puede hallar un tratamiento farmacológico adecuado.

 

El flujómetro

El flujómetro es un dispositivo manual que muestra la función de los   pulmones. Cuando usted sopla dentro del aparato éste da una cifra llamada “valor de flujo máximo”. En el momento del diagnóstico de asma es importante averiguar el “valor óptimo personal de flujo máximo” Para ello se registra el valor de flujo máximo diariamente  durante 2 a 3 semanas cuando el asma esté bien controlada. El valor más alto que obtenga durante este período es el valor óptimo personal.

Saber el valor de flujo máximo sirve para:

Establecer el esquema de tratamiento inicial.
Compararlo con otros valores para saber si el asma está bajo control.
Alertar sobre una futura crisis incluso antes de que se noten síntomas. Si el valor desciende se debe iniciar el tratamiento de control rápido y luego nuevamente usar  flujómetro para evaluar la evolución. 


Consulta de emergencia

En general los pacientes reciben de su médico la información necesaria para poder ellos mismos controlar los síntomas leves que desaparecen con un tratamiento mínimo. Pero a veces los síntomas progresan se vuelven más intensos o aparecen más síntomas, y se dice que hay un ataque de asma que demanda la intervención del médico.


Síntomas que indican que esa crisis requiere rápidamente una consulta al médico o ir al hospital

La crisis no cede con los medicamentos de acción rápida

  Valor de flujo máximo < 50% de su valor óptimo personal
  Dificultad para mantenerse despierto y lucido – sueño y estado de confusión
  Aceleración del pulso
  Coloración azulada de los labios y la cara
  Aleteo nasal –contracción de las alas de la nariz al respirar
  Tiraje – retracción de la piel en la zona de las costillas durante el esfuerzo respiratorio.
  Dolor o sensación de opresión en el pecho.
  Sudoración.
  Dificultad respiratoria grave.
  Periodos de apnea –falta de respiración.

Cómo vivir con asma

Hoy la mayoría de las personas con asma logran mantener bajo control su enfermedad. Pueden llevar una vida activa y con un sueño reparador sin interrupciones. La clave de ello es participar activamente en el control de su enferme- dad asociándose sólidamente con su médico.

Una forma efectiva de colaborar es: Cumplir con la frecuencia de consultas periódicas  (inicialmente cada 2 a 6 semanas y luego cada 1 a 6 meses).

Seguir estrictamente con las indicaciones.
Llevar un registro diario de síntomas.
Determinar el valor de flujo máximo con un flujómetro  y saber cuándo se anuncia una crisis.
Saber cómo manejan inicialmente los síntomas.
Consultar en caso asma mal controlada.

Asma bien controlada

No se presentan síntomas más de 2 días a la semana; los síntomas no lo despiertan más de 1 ó 2 noches al mes.
Puede realizar todas sus actividades normales.
No necesita fármacos de alivio rápido más de 2 días por semana.
No sufre más de una crisis asmática al año que requiera corticoides por vía oral.
Su valor de flujo máximo no desciende por debajo del 80% de su valor óptimo personal.