Marihuana

La marihuana es una mezcla de flores, tallos, semillas y hojas secas y picadas de la planta Cannabis sativa. La principal sustancia química activa en la marihuana es el delta-9-tetrahidrocanabinol (THC).

¿Cómo se fuma?
La marihuana se fuma en forma de cigarrillo llamado “porro” o en una pipa. También se fuma en “blunts”, que son puros o cigarros a los que se les saca el tabaco y se rellenan con marihuana; este método combina los principios activos de la marihuana con los de la nicotina y otras sustancias químicas dañinas.

La técnica consiste en inhalar profundamente y sostener la respiración por un tiempo prolongado lo que aumenta la concentración y  sedimentación de las partículas inhaladas acelerando el daño pulmonar. Además, los cigarrillos de marihuana carecen de filtro.

Perjudicial para la salud pulmonar
El humo del cigarrillo de marihuana –porro- contiene muchos de los mismos constituyentes que el humo del tabaco y tiene un 50% más de hidrocarburos carcinogénicos que el del tabaco. Además, por la técnica de inhalación, se retiene cuatro veces más tiempo en los pulmones.

Fumar marihuana causa los mismos problemas respiratorios que el tabaco: tos, expectoración crónica, sibilancias, mayor riesgo de infecciones pulmonares, bronquitis crónica.

Un estudio publicado en la revista Thorax da cuenta del daño pulmonar asociado con el uso de marihuana.  Se examinaron 339 voluntarios, un grupo únicamente fumaban cannabis (al menos un cigarrillo de marihuana al día durante los 5 años previos), otro fumaba tabaco (hasta 20 cigarrillos diarios por un año), otros participantes del estudio fumaban ambos y el cuarto grupo estaba integrado por personas que no fumaban. Los investigadores hallaron en quienes consumían marihuana una disminución de la función pulmonar y alteraciones en las imágenes de la estructura pulmonar visualizada por tomografía computada helicoidal. El efecto de 1 cigarrillo de marihuana era equivalente al de 2,5 a 6 de tabaco.

En un artículo publicado en European Respiratory Journal se informa que el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón aumenta 5,7 veces en los fumadores de más de un cigarrillo de marihuana por día durante 10 años o dos al día durante cinco años.

Deformación de la información
Recientemente se publicó en la revista JAMA un estudio en el cual sus autores señalan que el uso ocasional de marihuana durante más de 20 años no se asoció con efectos adversos sobre la función pulmonar. En cambio sí se presentaron efectos dañinos sobre la función pulmonar en los que fumaron tabaco. Leído así podría parecer que fumar marihuana es inocuo para la salud del pulmón y estas son las líneas que se han difundido en la prensa mundial. El dato que se ha “omitido” es que el consumo medio de tabaco fue sustancialmente más alto (8-9 cigarrillos/día) que el de marihuana (3,2 cigarros de marihuana en 30 días), la disparidad dificulta la comparación e impide emitir una conclusión.  Tampoco se dio a conocer al público el dato de que sí se produjo una disminución significativa y acelerada de la función pulmonar en aquellos que fumaban más de 20 cigarrillos de marihuana al mes.

También se proclama el efecto broncodilatador del THC en sujetos normales y en pacientes con asma. Pero fumar marihuana no es útil como tratamiento broncodilatador ya que el efecto irritante de los tóxicos que componen el humo del cigarrillo de marihuana pueden desencadenar broncoconstriccion.