Uno de los temores más habituales para quienes se plantean abandonar el cigarrillo es aumentar de peso, lo cual se ha transformado en una razón importante para dilatar los intentos de cesación del hábito. Las mujeres, los fumadores menores de 55 años de edad, y quienes consumían más de 15 cigarrillos diarios son más proclives a notar este aumento de peso.

El aumento de peso durante o después de la cesación del hábito tabáquico se asocia con recaídas

Es cierto que algunas personas aumentan de peso al dejar de fumar. Los estudios señalan que el aumento de peso inicial alcanza el nivel máximo a los seis meses y oscila en los cuatro a cinco kilos y, muchas personas recuperan su peso normal, en el año siguiente.

¿Por qué aumenta el peso?

• Metabolismo más lento debido a la ausencia de nicotina, dado que ésta tiene la capacidad de aumentarlo ligeramente.
• Desaparición del efecto anorexígeno de la nicotina (supresión del apetito)
• Ansiedad que puede producir un aumento de la ingesta, acompañada o no de una sensación subjetiva de apetito
• Normalización de los sentidos del gusto y el olfato que aumentan el placer por los alimentos

Se ha observado que el 70% de los aumentos de peso se deben a un incremento de la ingesta calórica (promedio 227 calorías más por día)

¿Cómo evitarlo?

Algunos tratamientos farmacológicos (bupropión, lfluoxetina y tratamiento de reemplazo de nicotina)  pueden limitar el aumento de peso durante el tratamiento. Sin embargo, en algunos casos los efectos desaparecieron cuando éste fue  interrumpido y, en otros, no se ha constatado que se mantuvieran a largo plazo.

Aumentar el nivel de actividad física y una dieta equilibrada disminuye la ansiedad y el aumento de peso a largo plazo

Los beneficios para la salud de dejar de fumar superan con creces la ganancia modesta de peso corporal