La prevalencia de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) está aumentando, fundamentalmente en las mujeres. En los países desarrollados el principal factor de riesgo es el tabaquismo. La iniciación masiva del sexo femenino en el hábito de fumar, en las décadas del ´70 y ´80, se refleja hoy como un mayor avance de la EPOC entre las mujeres.
En los países en vías de desarrollo la EPOC se relaciona, particularmente en las áreas rurales, con la inhalación de los productos de combustión de madera, carbón, paja o estiércol utilizados para cocinar o calefaccionar (combustibles de biomasa).
Características distintivas de la EPOC en la mujer
- Diagnóstico tardío. Al ser una enfermedad clásicamente asociada al sexo masculino, con frecuencia no se la sospecha en las mujeres. Estudios epidemiológicos realizados en Estados Unidos indican que el número de pacientes, de internaciones y la mortalidad asociada a EPOC son, por primera vez en la historia de este tipo de investigaciones, mayor en las mujeres.
- Disnea más pronunciada aún con un grado de compromiso pulmonar similar al de los varones.
- Mayor impacto negativo sobre la calidad de vida, particularmente relacionado con la presencia de ansiedad y depresión.
- Mayor prevalencia de alteraciones nutricionales, lo cual es muy importante dado que el estado nutricional se asocia con el pronóstico de la enfermedad.
- Mayor dificultad que los varones para abandonar el hábito de fumar. A ello contribuyen la ansiedad y depresión y el hecho que a ellas se les ofrecen tratamientos de deshabituación con menor frecuencia.
El primer mandamiento de la terapéutica de la EPOC es la cesación del hábito tabáquico.
Está confirmado que aquellas mujeres que logran abandonar el cigarrillo obtienen un mayor beneficio sobre la función pulmonar que los varones