¡Moviendo las piernas!

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El tromboembolismo pulmonar ocurre cuando un coágulo de sangre llega a los pulmones, con gran frecuencia el coágulo proviene de las venas de las piernas.

La inmovilidad es uno de los principales factores predisponentes para el desarrollo del tromboembolismo pulmonar.

La contracción de los músculos ayuda a mantener el flujo de sangre a través de las venas, especialmente en las piernas.

Permanecer inmóvil por tiempo prolongado, sentado o acostado, puede provocar un estancamiento de la sangre y la formación de un coágulo. El riesgo es mayor cuánto más largo es el tiempo de inmovilidad. También el riesgo parece ser más alto cuando la pierna ha estado flexionada en ángulo por varias horas comprimiendo los vasos sanguíneos y obstaculizando el retorno de la sangre al corazón causando estasis. 

Un estudio en el cual se controlaron durante 18 años a más de 69.000 enfermeras descubrió que el riesgo de tromboembolismo pulmonar se duplicaba en las mujeres que pasaban mucho tiempo sentadas (más de 41 horas por semana fuera del horario laboral) comparándolo con el de sus colegas que permanecían sentadas períodos más cortos (menos de 10 horas semanales fuera del trabajo).

Movimientos apropiados

Como medidas generales se recomienda: levantarse y caminar cada 2 o 3 horas, tomar mucha agua y no cruzarse de piernas por largos períodos.

Un ejemplo de inmovilidad son los viajes, en estos casos las propuestas son: levantarse e ir al cuarto de baño una vez cada 2-3 horas, realizar ejercicios en el asiento, no colocar el equipaje de mano donde limite el movimiento de piernas y pies, y viajar con ropa suelta y cómoda.

Para los pacientes operados la recomendación es dejar la cama y reanudar la actividad con ejercicios graduados y deambulación lo más pronto posible según lo permita el médico.

Un caso especial lo representan los pacientes con enfermedades que los obligan a permanecer largo tiempo en cama (traumatismos importantes, quemados, enfermedad de Parkinson, enfermedades respiratorias o cardiológicas). Siempre se puede solicitar la asistencia de un fisioterapeuta o kinesiólogo para que lo ayude a ejercitar los músculos en la cama o realice maniobras de movilización pasiva.

Los pacientes con enfermedades debilitantes se deprimen, la depresión es una causa muy común de permanencia en cama