Prueba de provocación bronquial

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La prueba de provocación bronquial pretende inducir un broncoespasmo controlado a través de métodos farmacológicos o físicos capaces de causar contracción del músculo liso con la consecuente broncoconstricción y limitación del paso de aire hacia el pulmón. Se emplea para demostrar una función anormal de las vías aéreas –hiperreactividad bronquial- causada por una sensibilidad exagerada a diversos estímulos

   Indicaciones  

 

 

  ¿Cómo se efectúa?  

La prueba más empleada en adultos es la de estimulación farmacológica. Se administran, mediante nebulización, dosis crecientes de metacolina o histamina en aerosol, siguiendo protocolos preestablecidos como, por ejemplo, el de la Sociedad Americana del Tórax.

Antes de iniciar la prueba y después de cada dosis se mide la función pulmonar (VEF1).  

En el momento en que el descenso del VEF1 sea igual o superior al 20 % del inicial se considera la prueba positiva es decir que tienen hiperreactividad bronquial.

La dosis de metacolina o histamina necesaria para causar una disminución del 20% del VEF1 (este parámetro se denomina “demanda PD20”). En condiciones normales la dosis de metacolina o histamina capaz de causar una disminución del 20% del VEF1 es mayor de 8 mg/ml. Los pacientes con hiperreactividad (prueba positiva) bronquial requieren dosis muy bajas para desarrollar broncoconstricción. La dosis de metacolina o histamina necesaria  para provocar la caída del 20% del VEF1 ha sido empleada para clasificar la hiperreactividad como leve, moderada o grave

Si el VEF1 permanece sin cambios se continúan las inhalaciones hasta alcanzar la dosis máxima de metacolina o histamina y se considera la prueba como negativa

 

Es posible que, en pacientes susceptibles ocurra una obstrucción importante de la vía aérea la cual se puede revertir rápidamente administrando un broncodilatador.

 

  Enfermedades asociadas a hiperreactividad bronquial 

 

 

Los resultados de la prueba de provocación bronquial deben ser  interpretados por el médico en el contexto del cuadro clínico del paciente.