Asma – EPOC y betabloqueantes

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Los medicamentos betabloqueantes se utilizan para tratar afecciones cardiacas como hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, angina de pecho, prevención de infartos en pacientes que ya han tenido un episodio,  y arritmias, entre otras. También se los emplea para tratar glaucoma y, con menos frecuencia, para controlar los síntomas de ansiedad o para disminuir la frecuencia de migrañas.

 

 Mecanismo de obstrucción bronquial 

En el pulmón se expresan unos receptores beta-2 que al activarse provocan la relajación de los músculos que rodean al bronquio. De esta manera la luz en el interior de los bronquios aumenta facilitando el paso de aire.

 

Bloquear los receptores beta-2 predice una contracción de los músculos peribronquiales con obstrucción de la vía aérea.

 

 

Como regla general, los betabloqueantes están contraindicados en pacientes con asma,

excepto los que son cardioselectivos

 

 

Beta bloqueantes selectivos  

Los receptores del corazón sobre los cuales actúan los betabloqueantes son los beta-1, algunos de estos medicamentos tienen una acción más pronunciada sobre estos últimos y se los llama “selectivos”

 

Si bien con los betabloqueantes selectivos el bloqueo de los beta-2 pulmonares es de menor magnitud persiste un riesgo importante de exacerbación del asma.

 

 

Los betabloqueantes administrados en forma de gotas para los ojos, para tratar el glaucoma,

también pueden desencadenar crisis de obstrucción bronquial

 

 

Las personas con asma deben comunicarlo a su médico antes de iniciar el tratamiento con betabloqueantes, ya que en el 60% de los pacientes podrían producir crisis de obstrucción bronquial

 

En lo que respecta a la EPOC, un estudio realizado en el año 2011, señala que los betabloqueantes cardioselectivos serian beneficiosos en términos de reducción de la mortalidad, la frecuencia de exacerbaciones e internaciones.

 

 

Los pacientes con asma o EPOC deben informar al médico su condición antes de iniciar el tratamiento con betabloqueantes y consultar con el profesional que maneja su enfermedad respiratoria sobre los riesgos y beneficios de estos medicamentos.