Fiebre

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La temperatura normal del cuerpo varía según la persona, la edad, la actividad y la hora del día. La temperatura corporal normal promedio que generalmente se acepta oscila entre 36.1° C y 37.2° C.

Fiebre deriva del latín: febris

Según el Diccionario de la Real Academia Española “Fiebre es fenómeno patológico que se manifiesta por elevación de la temperatura normal del cuerpo y mayor frecuencia del pulso y la respiración”. 

 

Esta definición se adapta a los aumentos de la temperatura corporal que ocurren en circunstancias fisiológicas normales. Como ejemplos se pueden mencionar la segunda fase del ciclo menstrual, la actividad física, usar ropas demasiado abrigadas, ciertos medicamentos, temperatura y humedad ambiente elevadas.

Desde el punto de vista médico la fiebre se define como el aumento temporal en la temperatura registrada en la axila supera los 38ºC; cifras inferiores se consideran hipertermia o febrícula

El organismo reacciona aumentando su temperatura frente a infecciones, inflamaciones, algunos cánceres (linfomas), síndrome de abstinencia de alcohol o drogas ilegales, enfermedades del colágeno (lupus). Se considera fiebre de origen desconocido a la elevación de la temperatura por encima de 38.3°C durante  tres  semanas o más sin que se haya podido identificar la causa a pesar de un estudio bastante extenso.

 

Síntomas de la fiebre 

 

Diagnóstico

La fiebre es, en sí misma, sólo un síntoma de enfermedad. No basta con tratarla en forma aislada. Es fundamental identificar la causa de la fiebre y tratar la enfermedad de base.

Por ello es importante reconocer la presencia de  otros síntomas,  y signos de enfermedad. Usted puede aportar datos muy importantes como por ejemplo si realizado recientemente algún viaje, si ha tenido cirugía o infección recientemente, si padece alguna enfermedad crónica como EPOC, afecciones cardiovasculares o diabetes; si ha estado en contacto con alguna persona enferma.

 

Manejo de la fiebre

Tomar un baño de inmersión en bañadera, con agua tibia y permanecer hasta que se enfríe es un buen recurso.

En general se indican acetamifeno, acido acetil salicílico u otro antiinflamatorio no esteroide.   Estos medicamentos se expenden sin receta. No obstante, es necesario saber que existe un riesgo importante de  sangrado gastrointestinal por lo cual no deberían ser tomados por personas con antecedentes de gastritis o ulcera. También pueden comprometer la función renal. En particular la aspirina puede causar reacciones alérgicas a veces muy graves (shock anafiláctico) que ponen en riesgo la vida. 

 

Los antibióticos no disminuyen la fiebre y solamente deben ser indicados por el médico

 

¿Cuándo llamar al médico?