La cavidad torácica está recubierta por dentro por la pleura parietal. La superficie de los pulmones está recubierta por la pleura visceral. Entre ambas capas existe un espacio virtual llamado espacio pleural el cual, en condiciones normales posee una mínima cantidad de líquido cuya función es facilitar el movimiento de los pulmones durante la respiración.
La lesión de la pleura por inflamación (artritis reumatoidea), infección (empiema, tuberculosis), trauma (hemotórax) o tumores, o la acumulación de líquido (derrame pleural) en general purulento o hemorrágico, cuando no se trata a tiempo, puede derivar en un aumento considerable de su espesor que se conoce como paquipleuritis o fibrotórax. La pleura se convierte en una “cáscara” atrapando al pulmón impidiendo su expansión y causando insuficiencia ventilatoria crónica.
Tubo de drenaje
En estadios iniciales, cuando el proceso está activo, se coloca un tubo de drenaje y se administran medicamentos fibrinolíticos, capaces de disolver el tejido cicatrizal.
Decorticación
Si la situación anterior se prolonga en el tiempo la pleura comienza a engrosarse. La decorticación se aplica cuando el pulmón ya ha quedado atrapado por una pleura totalmente fibrosa. El objetivo de esta intervención es que liberar al pulmón facilitando su reexpansión
Toracoscopía
El tratamiento apropiado para resolver este problema es la videotoracoscopía, un proceso mínimamente invasivo. A través de un orificio en el tórax se introduce un tubo con una fibra óptica que permite visualizar la cavidad pleural y, por un segundo orificio se introduce una pinza para decorticar la pleura.
Toracotomía
La toracotomía es una cirugía a cielo abierto, requiere una gran incisión y se reserva para los casos en que la pleura está muy engrosada y fibrosa